5 componentes clave de las prácticas correctas de fabricación para el cumplimiento de la normativa farmacéutica
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Las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) son un sistema concebido para garantizar que los productos se elaboran y controlan de forma sistemática de acuerdo con las normas de calidad. En la industria farmacéutica, el cumplimiento de las GMP es crucial para garantizar la seguridad, calidad y eficacia de los medicamentos. Los organismos reguladores de todo el mundo exigen el cumplimiento de las BPF para proteger la salud pública y garantizar que los productos farmacéuticos estén libres de contaminación, tengan una calidad elevada y se fabriquen de acuerdo con procedimientos estandarizados. Esta completa guía explora los cinco componentes esenciales de las prácticas correctas de fabricación que son fundamentales para mantener la conformidad en el sector farmacéutico.

Sistema de gestión de la calidad (SGC)

Un sólido Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) constituye la columna vertebral de las BPF. Abarca todos los aspectos de la producción, desde el desarrollo inicial del producto hasta su distribución final, garantizando que cada paso cumpla unos criterios de calidad predefinidos. Los elementos clave de un SGC son:

  • Política y objetivos de calidad: Establecer una política de calidad clara y fijar objetivos alcanzables.
  • Control de documentos: Garantizar que todos los documentos son revisados, aprobados y accesibles al personal pertinente.
  • Gestión de riesgos para la calidad: Identificación y mitigación de riesgos que puedan afectar a la calidad del producto.
  • Auditorías internas: Realización de auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento de las BPF y la mejora continua.
  • Mejora continua: Implantación de un ciclo de planificación, ejecución, comprobación y actuación para mejorar los procesos y la calidad de los productos.

Un SGC bien implantado garantiza el control sistemático de todos los aspectos de la producción, reduciendo el riesgo de errores e incumplimientos.

Personal

Un personal cualificado y bien formado es vital para el cumplimiento de las buenas prácticas de fabricación. La calidad de los productos farmacéuticos depende de la competencia y fiabilidad del personal implicado en la fabricación. Los componentes clave relacionados con el personal incluyen:

  • Programas de formación: Los programas integrales de formación garantizan que todos los empleados comprendan los requisitos de las buenas prácticas de fabricación y sus funciones específicas.
  • Descripciones de los puestos: Las descripciones claras y detalladas de los puestos describen las responsabilidades y expectativas de cada función.
  • Normas de higiene: Estrictas normas de higiene personal para evitar la contaminación.
  • Evaluación del rendimiento: Evaluaciones periódicas del rendimiento para garantizar la competencia continua y el cumplimiento de las normas BPF.
  • Control sanitario: Controles sanitarios periódicos para garantizar que el personal no supone un riesgo de contaminación.

Invirtiendo en formación y supervisión continuas, las empresas pueden mantener altos niveles de calidad y cumplimiento.

Locales y equipos

El diseño, la construcción y el mantenimiento de las instalaciones y los equipos de fabricación influyen considerablemente en la calidad del producto. Las buenas prácticas de fabricación exigen que las instalaciones y los equipos cumplan normas específicas para evitar la contaminación y garantizar una calidad de producción constante. Entre las consideraciones clave se incluyen:

  • Diseño de las instalaciones: Diseño de instalaciones para minimizar los riesgos de contaminación, con zonas separadas para las distintas fases de producción.
  • Mantenimiento: Mantenimiento y calibración periódicos de los equipos para garantizar su correcto funcionamiento.
  • Procedimientos de limpieza: Aplicación de procedimientos rigurosos de limpieza y saneamiento de locales y equipos.
  • Controles medioambientales: Supervisión y control de las condiciones ambientales, como la temperatura, la humedad y la calidad del aire.
  • Validación: Validación de los equipos y garantía de los procesos GMP para confirmar que producen sistemáticamente los resultados deseados.

Unas instalaciones y equipos correctamente diseñados y mantenidos son esenciales para prevenir la contaminación y garantizar la calidad del producto.

Documentación y registros

Una documentación precisa y exhaustiva es la piedra angular del cumplimiento de las buenas prácticas de fabricación. Proporciona un historial trazable de todas las actividades y procesos, demostrando que los productos se han fabricado de acuerdo con los procedimientos y reglamentos establecidos. Entre los requisitos clave de la documentación se incluyen:

  • Procedimientos normalizados de trabajo (PNT): Instrucciones detalladas para realizar tareas específicas con el fin de garantizar la coherencia y el cumplimiento.
  • Registros de lotes: Registros exhaustivos de cada lote producido, incluidas las materias primas, los pasos de procesamiento y los resultados del control de calidad.
  • Informes de desviación: Documentar las desviaciones de los procedimientos establecidos, junto con las investigaciones y las medidas correctoras.
  • Control de cambios: Procedimientos para gestionar los cambios en los procesos, equipos o materiales con el fin de garantizar que no afecten negativamente a la calidad del producto.
  • Registros de auditoría GMP: Registros electrónicos que capturan todos los cambios y acciones realizados en los sistemas informatizados.

Las prácticas de documentación eficaces garantizan la transparencia, la trazabilidad y la responsabilidad en la fabricación de productos farmacéuticos.

Controles de producción y procesos

Los estrictos controles del proceso de producción son esenciales para garantizar que los productos farmacéuticos cumplen las normas de calidad. Estos controles abarcan todas las fases de producción, desde la adquisición de materias primas hasta la liberación del producto final. Entre los aspectos clave se incluyen:

  • Control de materias primas: Garantizar que las materias primas cumplen las normas de calidad y proceden de proveedores homologados.
  • Controles durante el proceso: Seguimiento y control del proceso de producción para garantizar la coherencia y la calidad.
  • Pruebas de productos acabados: Realizar pruebas rigurosas de los productos acabados para garantizar que cumplen las especificaciones.
  • Envasado y etiquetado: Garantizar que los materiales de envasado protegen el producto y que el etiquetado proporciona información precisa.
  • Distribución: Aplicación de controles para garantizar que los productos se almacenan y transportan en condiciones adecuadas.

Al mantener estrictos controles de producción y procesos, las empresas farmacéuticas pueden garantizar la calidad y seguridad de sus productos.

Conclusión

La certificación GMP garantiza que los productos farmacéuticos se producen y controlan de forma coherente de acuerdo con las normas de calidad. Al centrarse en los cinco componentes esenciales -GMP QMS, GMP Personnel, GMP Premises and Equipment, GMP Documentation and Records, and GMP Production and Process Controls- las empresas farmacéuticas pueden lograr el cumplimiento, mejorar la calidad del producto y proteger la seguridad del paciente.

La implantación y el mantenimiento de estos componentes requieren un enfoque global y un compromiso de mejora continua. Las empresas farmacéuticas deben dar prioridad al cumplimiento de las BPF para satisfacer los requisitos normativos y obtener una ventaja competitiva garantizando los más altos niveles de calidad y fiabilidad.

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