
La Directiva sobre plásticos de un solo uso (SUP) de la Unión Europea se introdujo para reducir el impacto medioambiental de los residuos plásticos, especialmente en el medio marino. Aunque supone un paso importante hacia la sostenibilidad y los envases de la economía circular, la aplicación de la Directiva plantea varios retos a las empresas de todos los sectores, especialmente a las que dependen de los materiales plásticos para el envasado, el diseño de productos y el cumplimiento de la EPR.
¿Qué es la Directiva SUP de la UE?
La Directiva SUP de la UE se centra en los 10 artículos de plástico de un solo uso que más se encuentran en las playas europeas, como cubiertos, platos, pajitas, agitadores y determinados envases de alimentos. La prohibición de plásticos de la UE incluye prohibiciones de algunos artículos, objetivos de reducción del consumo de otros y requisitos de etiquetado, campañas de concienciación y responsabilidad ampliada del productor (RAP).
Principales retos para las empresas
1. Rendimiento de los materiales y pruebas
Las empresas que sustituyan los plásticos de un solo uso prohibidos por alternativas deben asegurarse de que estos sustitutos cumplen las normas de compostabilidad y reciclabilidad de la UE, como la norma EN 13432 para plásticos compostables. Sin embargo, muchas alternativas siguen enfrentándose a problemas de rendimiento y aprobación normativa. Por ejemplo, los materiales pueden cumplir los requisitos técnicos de compostabilidad pero no funcionar bien en condiciones reales, lo que crea incertidumbre sobre la viabilidad del producto.
2. Disponibilidad limitada de alternativas
Todavía hay una oferta limitada de alternativas al plástico de un solo uso que sean escalables y conformes a la normativa. Esta escasez afecta a sectores como la alimentación, el cuidado personal y los bienes de consumo, que dependen de materiales como el plástico para su higiene y funcionalidad. A medida que aumente la demanda, se espera que se intensifique la competencia por los materiales conformes.
3. Ambigüedad normativa y diferencias nacionales
Aunque la directiva es de ámbito comunitario, cada Estado miembro tiene su propia interpretación y mecanismos de aplicación, lo que da lugar a una aplicación incoherente. Las empresas que operan en varios países deben adaptar en consecuencia sus estrategias de conformidad de los envases, lo que aumenta los costes y la complejidad.
4. Impacto económico y costes de rediseño
La transición a productos conformes con SUP requiere rediseñar los envases existentes, actualizar el etiquetado, probar nuevos materiales e invertir en nuevas tecnologías de fabricación. Estos cambios pueden ser especialmente difíciles para las pequeñas y medianas empresas (PYME), que pueden carecer de los recursos necesarios para adaptarse rápidamente.
5. Restricciones por categorías de productos
Algunas categorías de productos -como las pajitas de plástico, los agitadores y los envases de poliestireno- se enfrentan a prohibiciones totales, aunque se utilicen en aplicaciones nicho o esenciales. Las empresas deben reformular totalmente los productos o los envases, sin período de transición en algunos casos.
Conclusiones
El Reglamento sobre plásticos de un solo uso refleja la creciente preocupación mundial por la contaminación por plásticos y marca un camino claro hacia el diseño de productos sostenibles. Sin embargo, también plantea importantes retos operativos y de cumplimiento de la Directiva SUP. Las empresas deben responder de forma proactiva, informada y flexible. Con el apoyo normativo adecuado, las empresas pueden convertir estos retos en oportunidades para innovar y liderar un futuro sin plásticos.
Freyr ayuda a las empresas a afrontar estos retos de la Directiva SUP ofreciéndoles apoyo normativo de principio a fin. Desde la identificación de alternativas aprobadas y la coordinación de pruebas de conformidad de materiales hasta la garantía de que el etiquetado y la documentación cumplen las normas de la UE, Freyr simplifica el complejo proceso de transición. Sus expertos también ayudan a preparar las presentaciones reglamentarias y a gestionar el cumplimiento transfronterizo, ayudando a las empresas a adaptarse de forma rápida y rentable.