Traducciones de etiquetas para la UE: Buenas prácticas y enfoques
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La Unión Europea (UE) es una unión política y económica de 27 Estados miembros situada principalmente en Europa. Representa una de las mayores áreas económicas del mundo, con una población de más de 748 millones de personas. Uno de los retos más importantes para las empresas que operan en la UE es lidiar con las muchas lenguas diferentes que se hablan en la región. Esto es especialmente importante cuando se trata de etiquetar productos cosméticos, que deben traducirse a las lenguas oficiales de los países en los que se venden. En este blog analizaremos algunas de las principales consideraciones que las empresas deben tener en cuenta a la hora de traducir etiquetas de productos cosméticos para la UE.

Contratar traductores profesionales

El primer paso en la gestión de traducciones de etiquetas de cosméticos para la UE es contratar a traductores profesionales que dominen las lenguas oficiales de los países en los que se venderán sus productos. Las traducciones automáticas no son fiables y pueden dar lugar a errores y malentendidos que pueden dañar la reputación de su marca e incluso acarrear problemas legales.

Cumpla la normativa de la UE

La UE tiene una normativa estricta sobre los requisitos de etiquetado de los productos cosméticos que se venden dentro de sus fronteras. Esta normativa especifica la información obligatoria que debe figurar en las etiquetas de los productos cosméticos, el tamaño del texto y las lenguas en que debe facilitarse la información. Las empresas deben asegurarse de que sus etiquetas cumplen esta normativa para evitar sanciones legales y retiradas de productos.

Considere las variaciones locales

Aunque las lenguas oficiales de los Estados miembros de la UE están bien definidas, a menudo hay variaciones regionales en dialectos y terminologías que las empresas deben tener en cuenta al traducir las etiquetas. Esto es especialmente importante en países como España e Italia, donde las distintas regiones tienen sus propias lenguas y dialectos. Contratar a traductores locales puede ayudar a garantizar que las etiquetas de sus cosméticos se traducen con precisión para la región específica en la que se venderán sus productos cosméticos.

Utilice un lenguaje claro y sencillo

Al traducir etiquetas para la UE, es importante utilizar un lenguaje claro y sencillo que sea fácil de entender para todos los consumidores. Evite la jerga técnica y la terminología compleja que puedan resultar difíciles de comprender para los hablantes no nativos. Considere el uso de ayudas visuales, como iconos y símbolos, para ayudar a transmitir información importante.

En conclusión, la traducción de etiquetas de cosméticos para la UE puede ser un proceso complejo, pero si se siguen estas prácticas recomendadas, las empresas pueden garantizar que sus productos estén etiquetados con precisión y cumplan la normativa de la UE. Contratando a traductores profesionales, respetando la normativa de la UE, teniendo en cuenta las variaciones locales y utilizando un lenguaje claro y sencillo, las empresas pueden evitar posibles problemas legales y generar confianza entre los consumidores de toda la UE.

Asociarse con un proveedor de servicios experimentado puede facilitar el proceso y guiarle para afrontar los retos. Consulte a un experto en normativa como Freyr para obtener asistencia normativa.