Ya se trate de un medicamento, un dispositivo, un cosmético o un producto alimenticio, es esencial transmitir la información del producto con respecto a su uso, indicaciones, advertencias y otros aspectos cruciales que sean informativos y beneficiosos para el usuario final. Como todos sabemos, la principal fuente para comunicar esta información es la etiqueta del envase de un producto, y componentes adicionales como prospectos e insertos empaquetados con el producto.
Con el aumento de los costes de los formatos de etiquetado tradicionales, como se ha mencionado anteriormente, es posible que las organizaciones de todo el mundo tengan que buscar una forma alternativa y rentable de comunicación. Una solución viable para superar la carga financiera reside en la digitalización de las etiquetas. Sin embargo, en ocasiones, el paso al etiquetado digital también resulta costoso. Por lo tanto, us comprender el alcance total de los retos que plantea el sistema actual y que están obstaculizando a las organizaciones, así como las ventajas reales que ofrece la digitalización.
Con la evolución de las normativas relacionadas con la información de las etiquetas, se hace cada vez más difícil comunicar el creciente volumen de datos sin crear ambigüedad e incoherencia. Además, algunas autoridades sanitarias, como la UE, exigen a los fabricantes que impriman la información de las etiquetas y los envases en todos los idiomas de sus member states. En países como Estados Unidos y Canadá, donde la migración es importante, la necesidad de un etiquetado multilingüe está cobrando cada vez más importancia. Esto cobra relevancia, incluso desde el punto de vista de la marca, ya que limitar el contenido del envase al idioma principal podría alejar a los usuarios de otras partes del mundo.
Incluir componentes adicionales, como prospectos, para proporcionar información exhaustiva no sólo va en contra de las políticas medioambientales de algunos países, sino que también aumenta los costes para los desarrolladores de productos. Además, en caso de error en el etiquetado, las empresas se ven obligadas a retirar grandes cantidades de productos, lo que supone una gran carga económica y de procedimiento.
Etiquetado digital como alternativa
La digitalización de una etiqueta implica el uso de códigos QR, matrices de datos, códigos de barras 2D, reconocimiento de imágenes o pegatinas NFC que se colocan en el envase del producto. Pueden activarse mediante teléfonos inteligentes u otros dispositivos con conexión a Internet. A través de estas fuentes, los usuarios pueden ser redirigidos a un portal web donde la información de etiquetado se unifica en una única fuente, haciendo que la información sea accesible universalmente. Junto con el beneficio principal de la fuente única de comunicación, este moderno canal ofrece múltiples ventajas como:
- Los usuarios finales pueden acceder a toda la biblioteca de etiquetas de un producto
- Los usuarios pueden localizar y comparar rápidamente las etiquetas en función de su idioma y de los datos que necesiten.
- Los usuarios pueden consultar al instante los resultados del fondo de información
- Los usuarios comerciales, como los vendedores, pueden identificar y comparar fácilmente las diferencias entre las variaciones y revisiones de las etiquetas, mejorando así la precisión.
- Las empresas pueden limitar/reducir/eliminar los componentes de etiquetado en papel
- Las empresas pueden corregir rápidamente la información del etiquetado
- Las empresas pueden evitar la retirada de productos a gran escala con una corrección centralizada frente a la rectificación física ante errores de etiquetado
- Las empresas pueden aumentar la coherencia de la etiqueta y la marca
- El tiempo dedicado al cumplimiento de la etiqueta puede reducirse en caso de actualizaciones y revisiones
- En algunos casos especiales, pueden rastrear sus dispositivos utilizando interfaces de identificación (por ejemplo, la Identificación Única de Dispositivos (UDI) EU MDR).
Sin embargo, el sistema normativo en torno al etiquetado digital sigue evolucionando y podría acabar convirtiéndose en la norma en todos los sectores. Por tanto, las empresas deben seguir la dinámica de esta tendencia y ser ágiles para adoptarla. Sea cual sea el canal de etiquetado, la precisión del contexto, el formato y el lenguaje seguirá siendo crucial para los fabricantes a la hora de compilar. Mientras se sigue la pista de las tendencias de etiquetado digital, la consulta a un experto en etiquetado reglamentario para los canales tradicionales es la acción aconsejada para seguir cumpliendo la normativa vigente. Cumpla la normativa.