Reforzar las prácticas de farmacovigilancia en los países en desarrollo
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las reacciones adversas a los medicamentos (RAM) figuran entre las 10 principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Sin embargo, un estudio publicado en 2022 reveló que menos del 10% de las RAM se notifican en los países en desarrollo, lo que pone de manifiesto una brecha sustancial en las prácticas de farmacovigilancia. Este blog profundiza en la información sin explotar sobre el estado actual de los conocimientos, actitudes y prácticas de farmacovigilancia en los países en desarrollo, haciendo hincapié en los retos menos conocidos y las soluciones innovadoras que pueden salvar la brecha en la seguridad de los medicamentos.

Conocimientos de farmacovigilancia

En un mundo en el que la asistencia sanitaria depende cada vez más tanto de la medicina moderna como de la tradicional, persisten dos retos críticos: la integración de los sistemas de farmacovigilancia con las prácticas de la medicina tradicional y moderna y la falta de iniciativas educativas en zonas remotas.

  1. Integración con la medicina tradicional y moderna: En muchos países en desarrollo, la medicina tradicional desempeña un papel importante en la asistencia sanitaria, aparte de la medicina moderna. Sin embargo, a menudo se pasa por alto la integración de los sistemas de farmacovigilancia con estas dos prácticas médicas.
  2. Iniciativas educativas en zonas remotas: Mientras que los centros urbanos pueden tener un mejor acceso a la formación en farmacovigilancia, las zonas remotas y rurales a menudo se quedan atrás. Las iniciativas educativas innovadoras, como las clínicas sanitarias móviles equipadas con herramientas de formación en farmacovigilancia, pueden ayudar a salvar esta distancia.
  3. Falta de una normativa sólida: La ausencia de normativas estrictas y exhaustivas en materia de farmacovigilancia en muchas regiones es un obstáculo importante para la vigilancia eficaz de la seguridad de los medicamentos. Sin marcos normativos sólidos, la aplicación de las prácticas de farmacovigilancia sigue siendo deficiente, lo que da lugar a normas de notificación incoherentes y respuestas inadecuadas a las reacciones adversas. Para establecer un sistema de farmacovigilancia fiable que proteja la salud de los pacientes y fomente la confianza en los sistemas sanitarios es crucial reforzar la normativa y garantizar su estricta aplicación.

¿Cuáles son las posibles lagunas?

  1. Formación insuficiente: Los profesionales de la medicina tradicional y moderna suelen carecer de formación oficial en farmacovigilancia en los países en desarrollo, por lo que no están preparados para reconocer y notificar las reacciones adversas, lo que provoca que no se notifiquen todas las reacciones adversas relacionadas con los medicamentos tradicionales y a base de plantas.
  2. Acceso limitado a la información: A menudo se carece de acceso a información actualizada sobre la seguridad de los medicamentos, a herramientas innovadoras y también a directrices nacionales de farmacovigilancia en tiempo real. Esto, a su vez, conduce a errores del sistema y crea un reto en la presentación de informes.

Actitud hacia la farmacovigilancia

la actitud hacia la farmacovigilancia, el seguimiento y la notificación de las reacciones adversas a los medicamentos (RAM), está influida por las creencias culturales, las barreras psicológicas y las barreras actitudinales actuales.

  1. Creencias culturales y conceptos erróneos: Las creencias culturales y las ideas erróneas sobre la seguridad de los medicamentos y las reacciones adversas pueden influir significativamente en la actitud de los profesionales sanitarios hacia la farmacovigilancia. Por ejemplo, en algunas culturas, las reacciones adversas pueden atribuirse a causas sobrenaturales más que a problemas de medicación, lo que lleva a la reticencia a notificarlas.
  2. Barreras psicológicas: El miedo a ser culpado y la preocupación por la seguridad laboral son barreras psicológicas profundas que disuaden a los profesionales sanitarios de notificar las RAM. Es crucial abordar estos temores mediante sistemas de notificación anónima y políticas de protección.

Barreras actitudinales actuales

  1. Importancia percibida: Algunos profesionales sanitarios pueden no apreciar plenamente la importancia de la farmacovigilancia, considerándola una carga adicional en lugar de una parte integral de la atención al paciente.
  2. Miedo a las repercusiones legales: La preocupación por las consecuencias legales o las repercusiones profesionales puede disuadir a los profesionales sanitarios de notificar las RAM.

Práctica de la farmacovigilancia

  1. Tecnología y análisis de datos: El uso de tecnología avanzada y análisis de datos en la práctica de la farmacovigilancia está infrautilizado en muchos países en desarrollo. Aprovechar el análisis de macrodatos y el aprendizaje automático puede mejorar la detección y notificación de las reacciones adversas, incluso en entornos con recursos limitados.
  2. Participación de la comunidad: Implicar a los trabajadores sanitarios de la comunidad y a las organizaciones locales en la farmacovigilancia puede mejorar las tasas de notificación y la concienciación. Estos enfoques basados en la comunidad pueden ayudar a obtener datos sobre reacciones adversas de poblaciones a las que de otro modo sería difícil llegar.

Retos operativos

  1. Notificación insuficiente de las reacciones adversas: Debido a las lagunas de conocimiento, las barreras de actitud y los problemas logísticos, a menudo no se notifican todas las reacciones adversas. Esto limita los datos disponibles para evaluar la seguridad de los medicamentos.
  2. Sistemas de notificación inadecuados: Muchos países en desarrollo carecen de sistemas de notificación de reacciones adversas sólidos y fáciles de usar, lo que dificulta que los profesionales sanitarios presenten los informes de forma eficiente.

Medidas para mejorar la farmacovigilancia en los países en desarrollo

  1. Tecnología sanitaria móvil: El despliegue de tecnología sanitaria móvil (mHealth) puede facilitar la notificación de reacciones adversas en tiempo real y la educación en zonas remotas. Las aplicaciones móviles diseñadas para facilitar la notificación pueden empoderar tanto al personal sanitario como a los pacientes.
  2. Asociaciones público-privadas: El establecimiento de asociaciones entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales y entidades del sector privado puede movilizar recursos y conocimientos especializados para reforzar los sistemas de farmacovigilancia.
  3. Educación y formación: Integrar una formación completa sobre farmacovigilancia en los planes de estudios de medicina y farmacia y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional continuo a los profesionales sanitarios.
  4. Campañas de sensibilización pública: Educar al público sobre la importancia de notificar las ADR para crear una cultura de seguridad y responsabilidad.

Conclusión

Mejorar la farmacovigilancia en los países en desarrollo es esencial para garantizar la seguridad y eficacia de los medicamentos, proteger la salud pública y fomentar la confianza en los sistemas sanitarios. Al abordar las lagunas de conocimiento, cambiar las actitudes y mejorar las prácticas, los países en desarrollo pueden crear sistemas sólidos de farmacovigilancia que contribuyan a los esfuerzos mundiales de seguridad de los medicamentos. Los esfuerzos de colaboración, tanto a nivel local como internacional, serán clave para superar los retos y alcanzar estos objetivos. Un socio regulador experimentado como Freyr puede ayudar tanto en los enfoques tradicionales como en los innovadores, como la integración de la medicina tradicional, el aprovechamiento de la tecnología y la participación de las comunidades, que tienen el potencial de transformar las prácticas de farmacovigilancia en las regiones en desarrollo.

Autor: Sonal Gadekar