El Parlamento Europeo ha respaldado una postura firme sobre la próxima Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica, lo que supone cambios radicales para las industrias de toda Europa. La estrategia aboga por objetivos vinculantes de eficiencia hídrica, una inversión significativa en infraestructuras y una prohibición gradual de los productos químicos PFAS. Con propuestas formales previstas para el verano de 2025, los sectores que dependen del agua, como el químico, el agrícola y el manufacturero, deben prepararse para regulaciones más estrictas y exigencias de innovación. La resolución del Parlamento, aprobada con un amplio apoyo (470 votos a favor y 81 en contra), pide límites de extracción específicos para cada cuenca y controles más estrictos de los contaminantes, abordando el empeoramiento de la calidad del agua en la UE. Menos del 40 % de las aguas superficiales cumplen actualmente las normas ecológicas. Entre las medidas clave se incluyen límites más estrictos para contaminantes como los productos farmacéuticos, los fertilizantes y los microplásticos, y la eliminación completa de los PFAS cuando existan alternativas. Para apoyar el cumplimiento, el Parlamento insta a que se destinen fondos específicos de la UE a infraestructuras, detección de fugas, tecnologías de reciclaje y supervisión digital. La estrategia también hace hincapié en la adaptación regional, especialmente en las zonas propensas a sequías e inundaciones. Esta iniciativa complementa los marcos existentes de la UE, como el Pacto Verde, la Directiva Marco del Agua y REACH, y supone un avance integral y aplicable en la política de la UE en materia de agua y productos químicos.
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