El 27 de diciembre de 2024, la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria de Moldavia (ANSA) advirtió y recordó a los operadores económicos que el uso del aditivo alimentario dióxido de titanio en los alimentos ya no está autorizado en la República de Moldavia. Sin embargo, los alimentos que contienen dióxido de titanio comercializados antes de la entrada en vigor de estas modificaciones pueden seguir circulando hasta que expire la fecha de caducidad del producto o se agoten las existencias. La ANSA reforzará los controles de los alimentos en el mercado, incluso en los pasos fronterizos, para evaluar los riesgos del contenido de dióxido de titanio. El dióxido de titanio se utiliza para dar un color blanco a muchos alimentos, desde productos horneados y untables hasta sopas y salsas, aderezos para ensaladas y suplementos dietéticos. Al mismo tiempo, el dióxido de titanio sigue estando autorizado para su uso en medicamentos en la UE y en la República de Moldavia.

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