Traducción de documentos normativos: Buenas prácticas y errores comunes
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En el ámbito sanitario, la traducción precisa de documentos normativos no es solo una necesidad, sino un componente fundamental para obtener la aprobación internacional de medicamentos y dispositivos médicos. A medida que las empresas del sector de las ciencias de la vida amplían su reach las fronteras, el reto de traducir documentos normativos complejos manteniendo su integridad científica y el cumplimiento normativo cobra cada vez más importancia.

La traducción de documentos reglamentarios conlleva posibles escollos. Una sola traducción errónea puede acarrear graves consecuencias, desde retrasos en la aprobación hasta riesgos para la seguridad del paciente. En 2007, una etiqueta mal traducida hizo que 47 pacientes recibieran prótesis de rodilla mal implantadas, lo que provocó dolor, sufrimiento y la necesidad de operaciones correctivas. Estos incidentes ponen de relieve la importancia de una traducción exacta de la normativa y la necesidad de unas buenas prácticas sólidas.

Buenas prácticas en la traducción de documentos normativos:

  1. Contrate a traductores cualificados: Seleccione traductores que no sólo tengan conocimientos lingüísticos, sino también experiencia en ciencias de la vida y asuntos regulatorios. Los candidatos ideales deben poseer títulos como doctorados en los campos pertinentes y estar familiarizados con la terminología médica específica. 
  2. Comprender al público destinatario: Adapte el estilo de la traducción al público destinatario, ya sean profesionales sanitarios o consumidores. Esto afecta a la elección de la terminología, la sintaxis y la presentación general.
  3. Mantener la coherencia: Desarrolle una base de datos terminológica normalizada y adhiérase a ella para garantizar la coherencia de todos los documentos, algo especialmente importante en el caso de los materiales que se actualizan con frecuencia.
  4. Aproveche la tecnología con inteligencia: Utiliza la IA y las herramientas de aprendizaje automático para ayudar con los borradores iniciales y mantener la coherencia terminológica, pero cuenta siempre con expertos humanos que revisen y perfeccionen las traducciones.
  5. Garantizar la competencia cultural: Más allá de los conocimientos lingüísticos, los traductores deben comprender los matices culturales, los niveles de alfabetización sanitaria y las prácticas médicas regionales para producir traducciones culturalmente apropiadas.
  6. Implemente un riguroso control de calidad: Establezca un proceso de revisión en varias fases que incluya la corrección de pruebas, la edición y la revisión en el país para detectar y corregir cualquier error o incoherencia.
  7. Conservar el formato y la estructura:Mantenga el formato del documento original, incluidos los títulos, las secciones y la numeración, para garantizar que la versión traducida refleja el aspecto del documento original.

Errores comunes que hay que evitar:

  1. Traducciones literales
  2. Descuidar los requisitos reglamentarios
  3. Pasar por alto las sensibilidades culturales
  4. Terminología incoherente
  5. Conocimientos especializados inadecuados

Cuadro: Comparación de buenas prácticas y errores comunes

Buenas prácticasErrores comunes
Contratar traductores cualificados y especializadosRecurrir a traductores generales sin conocimientos especializados
Adaptar los contenidos al público destinatarioEnfoque único de la traducción
Mantener una terminología coherenteUso incoherente de los términos en los documentos
Aprovechar las herramientas de IA con supervisión humanaExcesiva confianza en la traducción automática sin revisión experta
Garantizar la competencia culturalDescuidar el contexto y las sensibilidades culturales
Aplicar un riguroso control de calidadProcesos de revisión y corrección inadecuados
Conservar el formato y la estructura originalesAlteración de la estructura del documento durante la traducción

Ventajas de colaborar con expertos en traducción de textos normativos

Ventajas de colaborar con expertos en traducción de textos normativos

Sinopsis:

La traducción de documentos normativos es un proceso complejo y crítico que exige precisión, experiencia y sensibilidad cultural. Si se siguen las mejores prácticas y se evitan los errores más comunes, las empresas del sector de las ciencias de la vida pueden superar con mayor eficacia los retos que plantea la presentación de documentos de regulación a escala mundial.

La asociación con servicios de traducción especializados en normativa puede proporcionar la experiencia y los recursos necesarios para garantizar traducciones precisas, conformes y culturalmente apropiadas. En un sector en el que la precisión puede marcar la diferencia entre la aprobación y el rechazo, o incluso afectar a la seguridad del paciente, invertir en una traducción de alta calidad no solo es aconsejable, sino esencial para el éxito global en el sector de las ciencias de la vida. Para obtener más información sobre nuestros servicios de Reglamentación , haga clic aquí.