1 minuto de lectura
La industria química, uno de los sectores exportadores más importantes del Reino Unido, podría verse gravemente afectada por el Brexit. Las empresas británicas ya compiten con los mercados estadounidense y asiático y están sometidas a una enorme presión para hacer frente a unos costes de I+D más elevados.
Además, cada vez hay más certeza de que el Gobierno británico implantará un nuevo sistema regulador. Las empresas químicas interesadas en seguir operando en el mercado británico, a partir de 2021, deberán cumplir tanto el REACH de la UE como el REACH del Reino Unido. Las empresas británicas no pueden ser titulares de registros REACH de la UE aunque actualmente se adhieran a ellos. Deben cambiar su estado de cumplimiento normativo al nuevo sistema REACH del Reino Unido para seguir fabricando o importando esas sustancias en el Reino Unido.
No existen medidas transitorias a partir de 2021 para las empresas británicas que actualmente exportan sustancias químicas a los demás Estados de la UE. Dado que las empresas británicas dejarán de ser consideradas como pertenecientes a la UE, no podrán cumplir directamente las obligaciones REACH de la UE. Las repercusiones recaerían en los clientes de la UE, ya que no podrán seguir comprando a las empresas británicas hasta que se solucione este problema.
Por último, cabe prever una divergencia en el sistema de recursos jurídicos entre la legislación sobre sustancias químicas del Reino Unido y la de la UE. También es probable que en el Reino Unido se cree un nuevo Órgano decisorio.
Dado el actual escenario del BREXIT, las empresas deben estar preparadas para hacer frente a los posibles retos de procedimiento regulatorio. Los fabricantes deben seguir de forma proactiva todos los cambios normativos de forma inmediata para mantener la gestión de su cadena de suministro. También puede considerar la posibilidad de recurrir a un experto para cumplir con el cambiante panorama normativo de la UE y el Reino Unido. ¡Actúe ya!
Manténgase informado. Manténgase al día.
